Aquella noche retorno de una gira por Europa. Estaba agotado, firmando autógrafos, paseando con gente muy importante. Había conocido a un sultán que le regalo una camioneta y le invito a volar en su jet privado. Llegaron a un restaurante francés y degustaron una sopas exóticas pero de poco agradables para el peruano paladar del invitado. Aquella noche estuvo recordando a su familia allá en Lima, en aquella casa de tres pisos en el pasaje Dos de Mayo. Hace tiempo que no sabía nada de su madre. Corporaciones LC había progresado mucho y había ascendido a un caudal de más de ocho mil dólares. Al día siguiente el joven fotógrafo viajaría Walt Disney a realizar unas fotografías para una importante revista que estaba financiando aquellas fotos para una obra de labor social. Recibió algunas llamadas de parte de su novia, una muchacha que había conocido en una tienda de Tokio. “Mañana te veo a las nueve en punto, cariño”-fue su última palabra antes de apagar la lámpara y dejar aquel día en el olvido. Estaba feliz, sin embargo recordaba aquellos momentos en que no asistió a clases hacia unos veinte años atrás. Lloraba a veces sabiendo que aquel ciclo no supo aprovecharlo bien, sin embargo aún seguía vivo, aún había oportunidad de aprovechar una nueva oportunidad. Algunos amigos de la universidad ocupaban un pequeño espacio entre los muchos cuadros que cubrían la superficie de su pupitre. Sus hermanos estaban en países distintos. Uno había viajado a España, había decidido ir a apoyar a algunas empresas en proyectos de reparación de maquinaria. Su única hermana enseñaba artes plásticas en una universidad y gozaba con su esposo haciendo progresar un pequeño negocio de venta de cuadros que ella había hecho. De sus otros dos hermanos, después de aquella última discusión que tuvieron, no sabía nada más.
Estaba sollozando en sus sueños, recordando aquel martes que le comunicaron que su padre había fallecido. Estaba destrozado, primero había tendido una terrible discusión con su pareja y luego le robaron una enorme cantidad de dinero, que finalmente pudo recuperar. Su padre le había enseñado mucho, a pesar de llevarse por la terquedad propia de la adolescencia, no podía dudar que su padre había sido su mejor instructor. Una semana después, su madre había sido hospitalizada por un problema del corazón. Aquella noche todos los hermanos se volvieron a encontrar. Se dieron las paces, fue una escena muy conmovedora. Su madre aún estaba viva y era quién con su hijo menor se encargaban de dirigir la empresa.
Son las 7:00 a.m, Señor. ¡Oh!, gracias Hernán- le contestó el muchacho. Luego de cambiarse el traje de ayer, el cansancio no le dio opción a cambiarse, fue a bañarse. Le sirvieron su desayuno en una pequeña mesa de aquel inmenso hotel cinco estrellas. No se acordaba que un amigo de trabajo había solicitado ese servicio por él. Viajaban en auto, les faltaba solo algunos kilómetros para llegar. De pronto un auto voltea con brusquedad en U y el otro vehículo sale disparado como una piedra catapultada. Una explosión, fuego y partes del coche fue lo que quedó. La noticia fue publicada en todos los diarios, los familiares de la víctima fueron alertados cuatro horas después del accidente. Algunas amigos también asistieron al funeral.
Nota: Es solo una ilusión de mi vida en el futuro. Se me
ocurrió
esta idea luego de algunas
horas en que todo te va y te viene.
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