Las noches son frías pero son rápidas. Son quebradizas las piernas de los bebés al nacer que con el tiempo se hacen fuertes: el hombre sale de la torpeza de la niñez.
Muchas palomas vuelan cerca de la catedral esperando a la abuelita de Pinocho a que traiga unas mazorcas. Y es que venimos por nuestra ración del día-le dicen. Más allá un joven ratón escapo de una tienda llevándose un queso. No sé si era Laive o Gloria, pero sé que era blanco; era queso.
Mañana vendré por mis zapatos-le dice Martín a Dalina. No te preocupes papito, te los dejaré listos. Un beso- le responde toda coqueta.
Y era un chico que iba frente a un castillo en su corcel. Por ahí pasaba Abuelín, el nomo del cuento. Buen día Señor Salvador. ¿qué le trae por acá? Ha bien, nada en particular nomo. Solo quería dejarle este ramo de flores a la bella princesa Katherin- le respondió mientras su corazón palpitaba con un reloj.
En eso salió Katherin. La acompañaban la duquesa de Antonasia y el joven y apuesto príncipe de Buendia. “Lo veis señores, estas tierras me pertenecen. Soy una poderosa princesa y no hay quién sea dueño de mi corazón”- les decía altisonante mientras admiraba su belleza entre las aguas del río.
¡Oh! mi bella katherin. Es cierto ¿quién podría ser dueño de un corazón como el tuyo sino yo? Mientras entonaba una bella oda desde lo más profundo de su corazón.
De pronto llegaron noticias malas aquellos apacibles lugares.
Unos roglers habían llegado a invadir el lugar. Era tarde todos abandonaron el castillo. Solo quedaron la princesa y su enamorado trovador. Y nada los separo.
Un viejo nomo llegó a cantar:
"Aunque trapazados por la espada, sus corazones fundidos estaban.
Nada había en la vida más que ellos en un infinito de sueños.
La bella durmiente los invitó a su casa. Ya allí hicieron su luna de miel".
* JeyKa: Termino reservado para mienbros de CrónicasSinRumboFijo. (privado)
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